La milpa, un sistema agrícola tradicional en Mesoamérica, que involucra la siembra de diversos cultivos en una misma parcela, es un símbolo potente de la relación entre la naturaleza y la humanidad. La metáfora de las semillas como germen del futuro y su conexión con el alimento que sustenta nuestras vidas es poética y profunda, esta milpa contemporánea rinde honor a la vida y la buena alimentación.
Presentada en Zona Maco por ROFA Project, es una propuesta comprometida con el ecofeminismo, y su carácter transversal, intersectorial y de cuidado del ambiente y su comunidad. Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) otorgó el reconocimiento a la milpa maya como Patrimonio Agrícola Mundial.
De esta invitación participan 12 mujeres artistas que exploran la importancia de una sociedad integrada, trabajando en comunidad en el cuidado personal y de nuestra sociedad. Es por ello que parte importante de la realización de este proyecto fue el trabajo de los distinguidos maestros artesanos de la prestigiosa fábrica de talavera, ya que con su pincel dieron vida a los poderosos mensajes que cada artista deseaba transmitir.
Es por ello que nada mejor que invitar a este festín de vida a la Talavera Poblana, cuyo proceso ha sido a su vez declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (UNESCO) desde 2019 y Uriarte como el taller artesanal más antiguo de México.
COLECCIÓN
Mujeres-Yeguas
por Rosalía Banet
La pieza toma como inspiración un relato de Donna Haraway en el que la autora se refiere a ciertos tratamientos hormonales administrados a mujeres, cuyo origen se encuentra en la orina de yeguas preñadas.
Sobre la base de este pasaje Banet recrea escenas de humanos conviviendo con otras especies, cuerpos humanos entremezclados con cuerpos de otros animales. Una propuesta sobre la necesidad de interrelación entre especies, así como una recuperación de la simbiosis como modelo de interacción y de reposicionamiento de los humanos como iguales dentro del mundo animal.
Cuando una mujer de Shipibo conoce las costumbres de sus abuelas y continúa racticándolas, cuando conoce las diferentes plantas medicinales y con sus pies descalzos en el suelo que sus padres caminaron, no está perdida en el mundo.
Ella es una persona que sabe de dónde viene e intuye a dónde va. En sus sueños, puede conversar con sus antepasados y recibir consejos de ellos sobre cómo vivir correctamente y su unión con el mundo en equilibrio, capaz de vivir legítimamente y promover el bienestar de su familia. Uno tiene que aprender a vivir sabiamente a pesar de la confusión e inquietud de este siglo.
Llacsauato & Mirahuato
por Ana De Orbegoso
Ana De Orbegoso es una artista interdisciplinaria radicada en Nueva York y Lima. Su práctica artística explora aspectos de género e identidad resingnificando objetos y símbolos de la iconografía histórica para crear un vínculo íntimo con el espectador, proyectado en fotografías, videos, esculturas, arte textil, instalaciones, producciones multimedia, campañas en redes sociales y “todo lo necesario para contar la historia”.
Su objetivo es confrontar al espectador con un espejo, el pensamiento y la memoria. Para la artista, la identidad y el género son reflejos siempre presentes en su producción artística.
El Manuscrito de Huarochirí, es un libro mítico de fines del siglo XVI y que da cuenta de los mitos, creencias y tradiciones de los pueblos que habitaron en esos tiempos, en la provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima.
Llacsauato y Mirahuato, son las deidades ancestrales del Altar de la Mujer de Huarochirí que hicieron posible la vida de la humanidad y de la sociedad andina. Son las hermanas sanadoras que protegen la energía integral del ser humano y del mundo. Una está dentro de la otra simbolizando la hermandad de la mujer. Representan la sanación para el cuerpo, la mente y el alma. Son la salud del planeta.
El Manuscrito de Huarochirí, es un libro mítico de fines del siglo XVI y que da cuenta de los mitos, creencias y tradiciones de los pueblos que habitaron en esos tiempos, en la provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima.
Llacsauato y Mirahuato, son las deidades ancestrales del Altar de la Mujer de Huarochirí que hicieron posible la vida de la humanidad y de la sociedad andina. Son las hermanas sanadoras que protegen la energía integral del ser humano y del mundo. Una está dentro de la otra simbolizando la hermandad de la mujer. Representan la sanación para el cuerpo, la mente y el alma. Son la salud del planeta.
Ixcanal (La huella de la memoria)
por Muriel Hasbun
La experiencia de Muriel Hasbun como artista y educadora se centra en cuestiones de identidad cultural, migración y memoria.
A través de una lente intergeneracional, transnacional y transcultural, Hasbun construye narrativas contemporáneas y establece un espacio para el diálogo donde la memoria individual y colectiva genera nuevas preguntas sobre la identidad y el lugar.
Con su obra construye su “terruño” o patria diaspórica, creando imágenes poéticas que oscilan entre pasado y presente, ausencia y presencia y aquí y allá. Recupera recuerdos personales e historias colectivas, a menudo perdidas u ocultas, activando el espacio a través de fronteras, generaciones y divisiones culturales, y representa sitios de diálogo, sanación, aprendizaje y comunidad culturalmente sensibles y equitativos, con un enfoque especial en generar conocimiento sobre arte y cultura centroamericana, tanto en el istmo como en la diáspora.
Las asociación simbiótica entre las plantas de Acacia cuerno de Toro o Ixcanal y las hormigas del género Pseudomyrmex representa un ejemplo clásico de mutualismo y trabajo en comunidad, en donde la planta ofrece distintos recursos nutritivos a las hormigas, como néctar extra floral y gránulos nutritivos, y refugio para el anidamiento.
A cambio las hormigas se convierten un red de defensa de los ataques de insectos herbívoros. Sin las hormigas la Acacia no podría sobrevivir, por ello evolucionó para darles protección y asegurar su supervivencia.
Una bella analogía de la naturaleza y un homenaje de Hasbun a la la acción colectiva de las mujeres para forjar un mundo igualitario, simbiótico y más sostenible e inclusivo.
Brotar sentidos
por Beth Moyses
Beth Moysés aborda el tema de la violencia contra la mujer, fundamentalmente el maltrato doméstico, desde una perspectiva sutil y poética, a través del vestido de novia como metáfora tanto de la felicidad, el amor, la elegancia y la belleza, como del inicio de un proceso de compromiso, dedicación, sacri ficio y, en muchos casos, violencia que sufren las propias mujeres en sus hogares. Casi todas sus obras artísticas están ejecutadas con el mismo material, los vestidos de novia.
Fotografía, performance, escultura e instalación son las herramientas que utiliza Beth Moysés para denunciar la violencia y el desamparo de muchas mujeres en el mundo. Comprometida con el activismo feminista, ha realizado trabajos creativos con fuerte impacto social, como la serie de retratos de novias que realizó en una boda colectiva de mujeres presas en una prisión de São Paulo.
Brotar sentidos
Beth Moysés rinde homenaje a artistas de diferentes generaciones, en celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.
Este still esta basado en el video donde aparecen figuras femeninas caminando con el rostro mirando al público, posicionándose una al lado de la otra. Una vez, se dan vuelta, dejan al descubierto los rostros de mujeres que, a través del poder de su arte, ayudaron a transformar la sociedad: Louise Bourgeois, Kiki Smith, Yoko Ono, Marina Abramovic, Sophie Calle, Mona Hatoum, Regina Jose Galindo, Priscilla Monge, Guerrila Girls y la propia Beth Moysés, entre varias otras. Moyses parece decirnos que el camino para llegar a una sociedad en la que haya espacio para lo femenino fue largo, y que el camino continúa. El aplauso de las artistas al final de la animación es una lección de mujeres apoyando a otras mujeres.
Coneja
por Veronica Ruth Frias
Verónica Ruth Frías utiliza el disfraz, el maquillaje y el camuflaje para adquirir identidades diferentes, y para realizar un cuerpo de trabajo performativo que cae en una crítica ácida y frontal a las cuestiones de género. La hemos visto como Caperucita Roja, La Hija de Dios en la Última Cena, como Super Heroína, como secuestradora y, a través de todos estos personajes y muchos más, Frías nos cuenta lo que le preocupa, lo que le indigna y lo que le hace. Nos cuestionamos los roles de la mujer en la sociedad actual, rea firmando su posición en un mundo de hombres y, en el mundo del arte. En sus obras siempre hay un toque de humor irreverente.
Trabaja principalmente con performance y utiliza video y fotografía para registrar las acciones efímeras que realiza.
La coneja
La figura del conejo es eje central de las obras gráficas, performáticas y cerámicas del actual proyecto de Veronica. El conejo es un animal que a lo largo de la historia ha sido una figura simbólica para diferentes culturas, asociada con el género femenino y con atributos de abundancia agrícola, fertilidad, renacimiento e inmortalidad.
Los aztecas los referían como parte de su bestiario lunar y como representación de la abundancia agrícola. Esta coneja inmersa en la naturaleza nos habla de equilibrio e igualdad y el pensamiento ecofeminista es su motor de cambio.
Shitikagantsi
por Natalia Revilla
Su trabajo explora las diferentes formas de relacionarse con la violencia y su impacto tanto en el ámbito colectivo como en el privado.
Muchos de sus proyectos investigan el impacto de afrontar la transformación violenta de lugares y paisajes, debido a cambios que se producen en la naturaleza por conflictos socioambientales, desastres naturales y también por la acción humana.
La destrucción de estos espacios es parte de una crisis, no sólo a escala colectiva, sino de la identidad de cada individuo, ya que rompe el sentido de pertenencia, siendo también una forma silenciosa de violencia en la dimensión profunda de lo íntimo.
Es en estos conflictos donde el cuerpo de la mujer ha jugado un papel fundamental, ya que ha sido representado como símbolo del territorio conquistado. Esto se inscribe dentro del paisaje, como un testimonio donde la violencia es un mensaje de poder, de romper los vínculos de una comunidad con su entorno, y por ende de la vida, para someter y dominar desde aquí.
Shitikagantsi es una palabra en Matsiguenga, uno de los 48 idiomas originales de Perú, que podría traducirse al español como: "Estar conectado - Plantas: raíces conectadas con alguna parte de un árbol o tejidos conectados que brotan". Esta obra surge de esta palabra y nos lleva a reflexionar sobre diferentes tipos de conexiones que pueden existir entre diferentes seres, diferentes cuerpos y su relación con la naturaleza.
Aquí, los nuevos tejidos pueden entenderse no solo como un híbrido, sino como una relación formada/constituida por diferentes naturalezas y diferentes existencias que coexisten en otros territorios, que no solo existen físicamente, sino que se transportan dentro de nosotros. Somos parte de la naturaleza que no es solo un recurso sino fuente de vida, convivencia y parte de nuestro ser.
Kene
por Olinda Reshinjabe Silvano
Olinda Reshinjabe Silvano es una artista indígena shipibo-konibo del Perú que utiliza el arte tradicional del kené en su práctica creativa.
Las líneas Kene no son meros gráficos geométricos abstractos; son la materialización de la fuerza koshi de las plantas y sus ibo, los dueños espirituales del bosque, que mujeres visionarias, como Olinda, ven en su mente y muestran en sus obras. Las mallas del kene dan lugar a percepciones en sinestesia, donde el oído, el olfato y el tacto se unen a la visión de los diseños, generando asociaciones entre el paisaje del bosque y los caminos bordados y pintados de los diseños. Para Olinda, su trabajo como artista shipibo-konibo contemporánea es una poderosa forma de activismo que utiliza otro lenguaje, el lenguaje de las plantas, para luchar contra la discriminación y defender la Amazonia y sus pueblos desde el corazón de la vida urbana.
Kené es un arte antiguo que representa la naturaleza y la cultura viva de la gente de Shipibo Konibo de la cuenca del Amazonas. Kené significa diseños y es el nombre de los patrones geométricos de los shipibo konibo.
El Kené resume la cosmovisión, el conocimiento y la estética de un pueblo entero, su tradición y raíces en el tiempo. Es una fuente de información sobre nuestros orígenes y los estrechos vínculos entre nuestra comunidad y nuestras tierras. Las mujeres Shipibo Konibo se unen y trabajan en mi comunidad y convierten así sus diseños en una fuente de independencia y hermandad. Olinda Reshinjabe Silvano es una artista indígena shipibo-konibo del Perú que utiliza el arte tradicional del kené en su práctica creativa.
Las líneas Kene no son meros gráficos geométricos abstractos; son la materialización de la fuerza koshi de las plantas y sus ibo, los dueños espirituales del bosque, que mujeres visionarias, como Olinda, ven en su mente y muestran en sus obras. Las mallas del kene dan lugar a percepciones en sinestesia, donde el oído, el olfato y el tacto se unen a la visión de los diseños, generando asociaciones entre el paisaje del bosque y los caminos bordados y pintados de los diseños. Para Olinda, su trabajo como artista shipibo-konibo contemporánea es una poderosa forma de activismo que utiliza otro lenguaje, el lenguaje de las plantas, para luchar contra la discriminación y defender la Amazonia y sus pueblos desde el corazón de la vida urbana.
Mujer Shipido
por Chonon Bensho
Abogado por proteger el equilibrio crítico entre los diversos elementos del ecosistema amazónico. En sus obras, la artista recurre al conocimiento de sus antepasados, el pueblo Shipibo-Konibo, para poner en primer plano la urgencia de reconfigurar nuestra comprensión contemporánea del territorio y esta “red sagrada de existencia”.
Chonon Bensho es un artista indígena del pueblo Shipibo-Konibo. Es descendiente de los sabios y mujeres médicos tradicionales Onanya que han conservado las tradiciones artesanales y artísticas de sus antepasados. Desde pequeña fue criada en un ambiente tradicional, en su propio idioma, y curada con las plantas medicinales utilizadas por las personas que quieren convertirse en maestros de los diseños Kené.Estudió en la Escuela de Formación Artística Eduardo Meza Saravia, en el distrito de Yarinacocha, de donde egresó en 2018 con una tesis sobre diseños Kené.
Chonon desarrolla un arte con un lenguaje propio en el que las técnicas del arte académico convergen armoniosamente con la herencia de los antiguos artistas Shipibo. Ha participado en diversas exposiciones colectivas en la región Ucayali y también ha publicado, artículos de investigación académica sobre su cultura en prestigiosas revistas indexadas de Colombia y Estados Unidos. Es presidenta de la Asociación de Artistas y Sabios del Pueblo Shipibo-Konibo METSÁ.
Hasta que nos escuchen
por Erre
ERRE es diseñadora Industrial de la Universidad Nacional de Colombia, que combina técnicas como ilustración, stencil, cartel y stickers. Su estilo reinterpreta los códigos del arte urbano moderno con un toque personal donde se mezclan slang, punk, rock y espíritu juvenil, ese que concibe las paredes como lienzos de expresión y justicia social.
ERRE nos muestra que la calle puede ser el mayor museo abierto, el que permite la implicación de la ciudadanía, el espacio común, el espacio alejado de la crítica formal y académica. Un contacto íntimo y necesario con la realidad de los habitantes que interactúan con esos muros llenos de emoción y posicionamiento político. Un ejercicio de ciudadanía.
Esta heroína contemporánea mira directamente a los ojos y grita “Hasta que nos escuchen” y dice basta a la desigualdad, la injusticia, los abusos de poder, y un sistema heteropatriarcal fallido, poniendo la estética al servicio de la ética.
Ella esta activa, empoderada y desafiante. Ella grita y esta dispuesta a todo para defender sus derechos y los de todas nosotras, para prender la mecha de la igualdad y juega un papel determinante en una sociedad urgida de cambio.
Sembrando
por Silvia Levenson
Originaria de Buenos Aires, Argentina, Silvia Levenson emigró a Italia en 1981, durante las "desapariciones" de la Guerra Sucia.
Levenson explora las relaciones interpersonales cotidianas a través de instalaciones y objetos que expresan con firmeza lo que normalmente se siente o se susurra. Su trabajo se centra en ese espacio indescriptible, muchas veces tan pequeño, situado entre lo que podemos ver y lo que sentimos, y utiliza el vidrio para revelar aquello que normalmente está oculto.
Esta mano empoderada ocupa un lugar en la mesa de las mujeres del mundo, la mujer que siembra, la mujer que trabaja y teje hilos, la mujer que se une en sororidad.
Además rinde homenaje a las hermanas mexicanas que con su conocimientos y dedicación han tenido un papel vital en el mantenimiento y preservación de los sistemas agrícolas mesoamericanos sostenibles. Respetemos a la Madre Tierra, a las Mujeres y al Ambiente.
Somos el Futuro.
Chichihuacuauhco
por Erika Harrsch
El trabajo de Harrsch, temáticamente alineado con la mariposa, comparte contenido basado en la migración y las circunstancias circundantes que definen la identidad, la nacionalidad y la movilidad global. A partir de estos proyectos, ha profundizado en la complejidad de la experiencia migratoria, para abordar reformas migratorias y la recontextualización de las fronteras físicas.
Chichihuacuauhco.
En la cosmología Azteca, existían paraísos a donde iban los Muertos de acuerdo con la forma en que morían. Cuando los niños morían prematuramente su destino era el Chichihualcuauhco, representado por un árbol nodriza que tenía hojas de las que manaba leche para amamantarlos hasta volver a nacer. Chichi en Nahuatl significa seno. Esta pieza la hice después de una cirugía de seno para remover células atípicas en los conductos lácteos, causado probablemente por hiperprolactinemia.
Al fondo del paisaje están los volcanes que delinean el valle agrícola de Aztlán, el Popocatepetl y al Istazihuatl. Estos volcanes marcaron mi infancia en la Ciudad de México donde crecí. Al igual que los Aztecas, los he venerado y admirado, y hasta el día de hoy, se me aparecen en sueños. Entonces dada su actividad y nuestras interacciones en el sueño, puedo descifrar el estado en que se encuentra mi conciencia y emociones.
Públicas
por Lorena Wolffer
Durante más de veinte años, la obra de la artista y activista cultural Lorena Wolffer ha sido un lugar permanente de enunciación y resistencia en la intersección del arte, el activismo y el feminismo.
Su trabajo gira principalmente en torno al género y busca los derechos, la agencia y las voces de mujeres y personas con identidades no normativas. Desde la creación de intervenciones culturales radicales con comunidades diversas hasta la elaboración de nuevos modelos pedagógicos para el desarrollo colectivo del conocimiento situado, estos proyectos tienen lugar dentro de un ámbito que reconoce la relevancia de los lenguajes experimentales y cambia la frontera entre lo que conocemos como alto y bajo.
El trabajo de Wolffer es un escenario para la voz, las representaciones y las narrativas de los demás, por ello articula prácticas culturales basadas en el respeto y la igualdad.
PÚBLICAS en un proyecto de práctica social de Lorena Wolffer que plantea acuerdos igualitarios explícitos para reemplazar los acuerdos patriarcales implícitos. Esta frase fue recabada en la versión de PÚBLICAS producida a lo largo de 2023 en Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Públicas busca promover la presencia, el tránsito y la ocupación igualitaria de niñas, jóvenas, mujeres y disidencias en nuestras ciudades, a través de contratos sociales desarrollados en colectivo y difundidos públicamente.
Bajo la premisa de modificar la cultura cisheteropatriarcal reconociendo y subvirtiendo los contratos tácitos que posibilitan y sostienen las violencias de género sistémicas en todos los ámbitos de la vida pública, el proyecto se centra en imaginar, redactar y difundir nuevos contratos sociales explícitos que garanticen nuestro acceso y uso pleno, seguro y gozoso a estos.