Casco de motocicleta pintado con una obra de arte en estilo expresionista, con colores vivos y formas abstractas, incluyendo un ojo y un corazón.

CUALLI OHTL (BUEN CAMINO)

La dualidad del camino del Cosmos

Fotografía y video por Paco Varela

Paquete de bolígrafos con envase de plástico

Sobre la obra


Esta locución en náhuatl que significa “Buen camino” es una expresión común que se usa a modo de despedida.  En las culturas prehispánicas el ciclo de la vida y la muerte representaba a la vez que la dualidad, también la unidad de un solo camino o destino en el que no había una oposición. La existencia misma se configura como un camino entre la vida y la muerte que se transita de la misma forma en que del día se pasa a la noche para volver a comenzar.

La dinámica del cosmos está ligada a esta existencia dual: el orden, la estabilidad del universo se sustentan en el binomio vida/muerte. El camino de la existencia, aquel que recorremos los hombres es un ciclo de transformación.

La fiesta del día de muertos recoge este sentir de los pueblos prehispánicos de la muerte como fuente de vida que genera, crea y transforma. Un casco no es otra cosa que ese objeto que nos acompaña durante el Camino de la transformación y el mantenimiento del equilibrio cosmogónico. Cada circuito recorrido por un corredor de Fórmula 1 es el trayecto del ciclo de la existencia del alma en su transformación, es un simulacro de la propia existencia que nos recuerda, en unos segundos, el orden del universo se preserva al recorrer el camino. Desear un buen camino es, por lo tanto, un buen augurio y la celebración de la existencia en la dualidad de la vida y la muerte.

Sobre Antonio Sedano


Retrato de un hombre mayor con expresión pensativa, ropa de camisa de mezclilla, fondo urbano con edificio de ladrillos.

Artista español con una trayectoria de más de 40 años. Originario de Santander, además de su destacado talento pictórico su obra refleja la profundidad de su conocimiento de los pasajes de la Historia de México y los personajes que nos dotan de carácter e identidad.

Se dice del artista: “Se calza los lentes en el refrenado brío del pincel. Un poco de pigmento elimina el blanco-luz para aportar una nueva luminosidad al microcosmos del espacio. Se aleja, observa, se bebe el tiempo del detalle. Reafirma. Raspa, suaviza, empasta: más color, menos textura: continúa labor de años, meses, días. Desde un principio paciencia con paciencia, tiempo, sin tiempo, harta de disciplina y análisis. Quehacer supeditado a la búsqueda de la idea celosa, evanescente, para fundirse – después de la escolástica- en el valor empírico del arte. Arte pictórico, lenguaje dual, único.”

Sobre Sandra Rodríguez


Mujer con gafas y camiseta gris con logo de Uriarte en una tienda, sosteniendo un casco de protección.

“Debemos vivir al máximo cada día porque la vida se va.”

Soy Sandra, tengo 47 años mi platillo favorito son los Chiles en Nogada y lo que más me gusta hacer en mis tiempos libres es escultura.

Me encanta mi trabajo, llevo 9 años en Uriarte Talavera en el área de pintura y me encanta porque representa mi identidad mexicana. Además, el lugar me inspira mucho, es un lugar histórico, colonial, es la empresa más antigua de Puebla, amo ver las tahonas y el horno antiquísimo.

Disfruto mucho la compañía de mis compañeros que siempre me enseñan algo nuevo y diferente cada día. Es un oficio que tristemente se está perdiendo y estoy orgullosa de ser parte de ello.

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