Proceso artesanal desde 1824

Cuando el Taller de Uriarte Talavera abrió sus puertas y encendió por primera vez su horno de botella, estaba en un mundo completamente diferente.

En 1824, mientras que en la Ciudad de México se firmaba la primera Constitución -marcando el nacimiento de la República Mexicana; en la Ciudad de Puebla la familia Uriarte hace la adquisición de una fábrica de azulejos llamada “La Guadalupana” y abre sus puerta como Uriarte Talavera.

Sin saberlo, este taller viviría distintos sucesos históricos mientras salvaguarda el proceso traído por los españoles, pero acogido por artesanos poblanos e integrado a la identidad de Puebla.

Con el paso de más de 200 años de Uriarte y más de 500 años de la llegada de la Talavera al continente, hemos conservado el proceso artesanal tradicional, al punto en el que ninguna otra parte del mundo se puede encontrar otro lugar que haya mantenido el conocimiento de la talavera de generación en generación como aquí.

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